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Buscamos conectar historias y creemos en el poder de la empatía. Acá compartimos algunos relatos sobre temas que nos interesan.

Palahniuk el vitriolo

Palahniuk el vitriolo

Palahniuk el vitriolo

Cualquier mención inicial de Chuck Palahniuk nos lleva a Fight Club, a la que él mismo describe como una novela en reacción a una generación dominada por las mujeres, la angustia y la frustración a la lógica con la que funciona la sociedad contemporánea. Ese texto adaptado al cine por David Fincher catapultó al escritor y su obra.

Pero, no hay un tema amplio y predominante en su colección, lo que hace que escribir y argumentar sobre sus textos sea algo complejo. Algunas de sus historias memorables se desarrollan en fiestas de rave que involucran a payasos, otras contienen anécdotas con jóvenes que fingen su sexualidad para entrar en una institución de corrección y resocialización, sólo con el objetivo de descubrir que no era lo que se imaginaban. El escritor también se ocupa del abuso de las drogas, el abuso animal y su marcada aversión por el marketing y la publicidad. Pero si realmente se quiere experimentar una versión cruda, fría e intacta de los sentimientos humanos, y los horrores a los que estamos sujetos o sometidos por la llamada “búsqueda de la felicidad” o del placer, allí aparece Palahniuk. A lo largo de su carrera, el autor denuncia con humor ácido e inteligente precisión revestida de ironía, la decadencia de una sociedad consumista y sin ideales. Le interesa que exista lo sórdido, porque él vive de ello, de contárnoslo. Y no defrauda.

La vergüenza de Palahniuk

Escribe desde los veinte años de edad y aunque no es una sensación literaria como Bret Easton Ellis o David Foster Wallace, Chuck Palahniuk sigue siendo una de las figuras más enigmáticas de la revolución cultural que se produjo en Estados Unidos en el crepúsculo del siglo XX, pero fue uno que, proféticamente y probablemente sin saberlo, predijo cómo sería ese mundo en los próximos años. Monstruos Invisibles, era la novela con la que Palahniuk se disponía a debutar pero fue constantemente rechazada por las editoriales por considerarla “enfermiza”, y sólo fue publicada después del éxito que alcanzó con Fight Club.

Hace poco leí un artículo en el que Palahniuk agredía su propio rol y hablaba de la «vergüenza» de ser escritor. Escribir no es un trabajo -dice-, no uno decente de acuerdo a la mayoría, más o menos todo el mundo tiene claro que es un arte, quizá una pasión, a lo mejor encaja en la mentalidad general como un pasatiempo del que hoy todo el mundo es un diletante. Sobre lo mismo y hace mucho, Arturo Pérez Reverte dijo que en iberoamérica todos tienen una novela en el cajón y, con el auge de la autopublicación, todo el mundo la sacó y ahora es «escritor».

En 2008, Palahniuk publicó lo que considera sus trece recomendaciones para escribir correctamente y llevar su «vergüenza» a otro nivel. De todos, el punto que más llama la atención es el número tres.

Number Three: Before you sit down to write a scene, mull it over in your mind and know the purpose of that scene. What earlier set-ups will this scene pay off? What will it set up for later scenes? How will this scene further your plot? As you work, drive, exercise, hold only this question in your mind. Take a few notes as you have ideas. And only when you’ve decided on the bones of the scene — then, sit and write it. Don’t go to that boring, dusty computer without something in mind. And don’t make your reader slog through a scene in which little or nothing happens.

Sobre esto reflexiono lo siguiente: “¿Cuál es el foco de la escena?” Y el foco generalmente tiene dos partes: el propósito de la escena en lo que se refiere al argumento y el propósito de la escena en lo que se refiere a la línea de tiempo. Es decir, hay algo que sucede a través de las acciones de los personajes y sus diálogos (mundo exterior), pero también debe haber algo más en la vida emocional de la escena a través de las intenciones de los personajes y el contexto. Así que considero que este consejo de Palahniuk no sólo debe referirse al enfoque de la escena, sino también sobre cómo darle profundidad y textura.

Eterno retorno

La insoportable levedad del ser” (1984), la novela de Milan Kundera se sirve de la crítica para ir en contra de la filosofía nihilista de Nietzsche; el texto comienza de la siguiente manera:

La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?

Kundera, en el primer par de páginas del libro rompe la idea, llamándola absurda por el hecho de que acusa a Nietzsche de deshumanizar al hombre, afirmando que porque todo ha sucedido y va a suceder de nuevo, nada debe importar: esto quiere decir que la vida de uno es insignificante porque no hay nada particular en ella. Kundera refuta furiosamente esto, desarrollando un relato sobre varias personas que intentan encontrar el amor en sus vidas, mostrando que aun cuando buscan lo mismo, sus circunstancias son increíblemente únicas y que sus vidas son importantes por lo que hacen.

El punto es que de la misma manera que Kundera usó al Ser como un argumento contra el nihilismo, Palahniuk está utilizando toda su obra para validarlo, toda vez que sus novelas hacen referencia a ese eterno retorno, un concepto que abraza por completo y lo está usando para crear narraciones que representan la realidad y el absurdo de nuestros tiempos.

“The unreal is more powerful than the real. Because nothing is as perfect as you can imagine it. Because its only intangible ideas, concepts, beliefs, fantasies that last. Stone crumbles. Wood rots. People, well, they die. But things as fragile as a thought, a dream, a legend, they can go on and on. If you can change the way people think. The way they see themselves. The way they see the world. You can change the way people live their lives. That’s the only lasting thing you can create.” ― Chuck Palahniuk, Choke

Fantasía, emoción y espanto

Hablar de la realidad, de lo verdadero y su oposición con la fantasía literaria es un ejercicio que no lleva a ningún lado. En sus diálogos con Ernesto Sábato, Borges decía que “la literatura no es menos real que lo que se llama realidad”. Por eso, en cualquier narración es posible que coexistan lo real y lo posible, tal como ocurre en la vida, donde de manera gratuita o fortuita interactúan la verdad y la ficción.

Palahniuk aprovecha muy bien esta oportunidad de fantasía que la literatura otorga y ha llenado sus textos con mucha información. Para él un simple dolor de cabeza quiere decir tumores cerebrales, quiere decir visión doble, aturdimiento, vómitos seguidos de ataques nerviosos, somnolencia y la muerte. Una pequeña contracción muscular quiere decir la rabia, quiere decir calambres musculares, sed, confusión y babeo, seguidos de ataques nerviosos, coma y muerte. El acné quiere decir quistes de ovario. Sentirse un poco cansado quiere decir tuberculosis. Los ojos inyectados en sangre quieren decir meningitis. La somnolencia es la primera señal de la fiebre tifoidea. Esas cosas flotantes que atraviesan el campo de visión en los días soleados quieren decir que hay desprendimiento de la retina, que hay ceguera. Si hay confusión, quiere decir colapso renal, o sea, un fallo grave del riñón. Un hematoma quiere decir cirrosis hepática. Un eructo quiere decir cáncer colorrectal o cáncer de esófago o por lo menos una úlcera péptica.

Todo lo que alguna vez amaste te rechazará o morirá. Todo lo que alguna vez creaste será desechado. Todo aquello de lo que estás orgulloso terminará convertido en basura. ― Chuck Palahniuk, Fight Club

En su último ejercicio narrativo y ya abierto a socializar su postura homosexual, decidió ponerse en la piel de la mujer moderna y satirizar el mercado de consumo. A través de “Eres hermosa” explora las apocalípticas posibilidades del marketing para abastecer el placer femenino en un mundo en el que mil millones de esposos están a punto de ser reemplazados. Una historia fría, aséptica, apasional en la que continúa hablando de la obsesión de la sociedad por el sexo y esa búsqueda incontrolable por el hedonismo –eterno retorno-.

El futuro de hoy

Cuando la posteridad trata de explicar el caos actual, gran parte de la atención recaerá sobre las figuras influyentes que dirigieron los acontecimientos políticos, como Donald Trump y Nigel Farage.

“Nunca había visto tanta toma de conciencia en EE UU como en los últimos años. Hemos atravesado tantas cosas terribles que el futuro no me da ningún miedo”. ― Chuck Palahniuk

El futuro de caos que el mismo Palahniuk ayudó a configurar en el imaginario masivo, es el que hoy dice no temer; en el centro de las discusiones actuales, Brexit y Trump, sin duda se siente que podrían ser la conclusión del Proyecto Mayhem de Tyler Durden.

Pero esa conclusión sin duda es más emocional que racional. A pesar de lo que Palahniuk podría haber dicho, sería reacio a hacerlo responsable de cualquier cosa. No se sabe cómo un libro será leído, usado y mal interpretado 20 años después de su creación.

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